Mañana se cumplen 3 años de la aprobación del matrimonio igualitario. Recuerdo los debates que dimos en las escuelas, cómo nos abrazamos por la emoción, un momento inolvidable! Quedan muchos debates pendientes, especialmente nuestro derecho a decidir ser madres o no serlo. Ser madre debe ser un proyecto, un deseo, no una imposición.
Elegí ser madre, primero ordené mi vida, me recibí y conocí a un varón maravilloso y respetuoso. No comprendo cómo se puede imponer y violentar la voluntad de las mujeres, cómo se sigue negando la educación sexual con perspectiva de género, cómo se sigue cercenando la información, cómo siguen dejando entrometerse a los credos cuando es una razón de salud pública. Tanta hipocresía molesta porque las que sufren son las mujeres pobres, las marginadas de todos los derechos, las nadies que no le importan a ningún puntero ni a ningún gobernante.
Elegí ser madre, primero ordené mi vida, me recibí y conocí a un varón maravilloso y respetuoso. No comprendo cómo se puede imponer y violentar la voluntad de las mujeres, cómo se sigue negando la educación sexual con perspectiva de género, cómo se sigue cercenando la información, cómo siguen dejando entrometerse a los credos cuando es una razón de salud pública. Tanta hipocresía molesta porque las que sufren son las mujeres pobres, las marginadas de todos los derechos, las nadies que no le importan a ningún puntero ni a ningún gobernante.