Disculpas a quienes leen estas palabras, a veces la vorágine de la vida no deja demasiado tiempo a la reflexión y a la escritura creativa pues sus tiempos son diferentes.
El tiempo del trabajo, de las obligaciones, de la familia es vertiginoso y escaso, mientras que el tiempo de la creatividad y la reflexión es más cansino, más calmo.
Lamentablemente una se sumerge en el devenir de lo efímero y se pierde la belleza de lo atemporal.
El abrazo, la caricia, la charla sin mirar el reloj, el almuerzo con amig@s se han vuelto cada vez sucesos más extraños. Siendo superados abrumadoramente por las corridas, las visitas por minutos y los días en que vivimos enclaustrados en nuestra mente.
Por suerte o quizás por la necesidad de comunicarnos y sentir a los otros, de vez en cuando, volvemos a ese tiempo de la infancia. Tiempo eterno de juegos, de aventuras, sin obligaciones.
Afortunadamente much@s niñ@s hemos podido atravesar esos lindos tiempos. A los que volvemos con nuestr@s propi@s hij@s pues ell@s no entienden de otras necesidades que las propias.
Quizás así nos estén enseñando a valorar la belleza, la tranquilidad, la solidaridad y tantas otras cosas guardadas en el arcón de los recuerdos infantiles.
No hay nada que disculpar, es una buena reflexión.
ResponderEliminarPero, a veces, hay que intentar tomarse un respiro, lo que se pierde por el camino no ha de volver.
Un abrazo!
Me encantaría poder compartir más tiempo de maternaje pero a veces estoy compelida a ser más profesional que madre y cuesta mucho ser equilibrada. Además siempre tuve el impulso de querer hacer todo y no perderme nada, como si la vida se terminara al siguiente instante. Locuras, no?
EliminarAl leer ésto que escribes me viene a la mente el recuerdo de la infancia, con momentos hermosos e imborrables de nuestras vidas. Pero también llega el recuerdo de días hermosos pasados (no tan lejanos), sin tantas obligaciones, sin pensar en corridas ni en trabajos; días disfrutando de paseos, conociendo nuevos lugares y nuevos mundos. Días que, viviéndolos ya de a tres, confío que regresarán muy pronto.
ResponderEliminarBesos!
Mi vida, siempre tan atento. La indescriptible ternura, el abrazo que acompaña, todo y mucho más es mi compañero de la vida. Ya pasará este tiempo de urgencias de Juana, y vendrán otros que quizás nos cuesten aun más. Es una aventura que emprendimos juntos. Sabíamos que no sería sencillo pero afortunadamente el desafío lo tomamos juntos. Te amo bonito!
Eliminarme encanto la idea de re-aprender el valor de la belleza.... lo sigo masticando.
ResponderEliminarLxs niñxs te devuelven un poco de ingenuidad, esas ansias de descubrir, explorar, encontrar. Por lo tanto tienen una mirada que renombra y significa a cada instante. Nosotrxs, ya aburridos y apresadxs por las responsabilidades, ya no vemos con la misma sorpresa el cambio de color en las diferentes estaciones, ni nos sorprendemos cuando descubrimos una nueva flor. Creo que hay que asombrarse a cada paso, pues así valoraríamos un poco más lo que tenemos a nuestro alrededor y nos dejaríamos de anhelar las ficciones que nos venden todo el tiempo.
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