En estos momentos de zozobra y angustia pensé en quienes amo.
También pensé en las personas que fueron acribilladas por la policía durante esta democracia que fue conseguida con la sangre de los treinta mil.
No podía creer los avales que les daba a los sediciosos, ¿cómo puede ser que haya tantos nostalgiosos de la Dictadura?
Me duele en el cuerpo y en el corazón que no se comprenda que esto no fue un ataque al gobierno, como algunxs pretenden entender, fue un golpe policial a la democracia.
Lxs ciudadanxs que siguen mirando para otro lado, que siguen descreyendo de las instituciones políticas flaco favor nos hacen a todxs.
Espero que los próximos días nos encuentren con una perspectiva de reflexión, de autocrítica, de luto por lo que ha pasado.
Otra vez los uniformados violentos ganaron la batalla, la batalla que ellos mismos inventaron y que, por miedo, pudieron instrumentar.
Ayer conmemoramos 30 años de democracia y 65 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pero no hubo nada que festejar porque no se puede celebrar con la sangre todavía tibia de los caídos en estos días de dolor.
Los trabajadores protestan, y les mandan a la policía.
ResponderEliminarLa policía protesta, y le dan todo lo que piden.
Es la fuerza de las armas.
Y de los gobiernos que los necesitan para cuidar sus intereses...
Besos!
La fuerza de las armas, las mismas que matan a nuestros pibes, las que no nos cuidan sino que nos someten. Cada día enseñamos que las herramientas más poderosas son el diálogo, la racionalidad y el conocimiento. Ninguna de ellas importó en estos días.
EliminarVale, en estos días mi reflexión es demasiado confusa, por poco has puesto en tus palabras las ideas que me dan vueltas y me entristecen también.
ResponderEliminarQue digna rabia siento y solo me queda seguir firme en la posición que he tomado: libertad y paz. Besos.
Es verdad, apostar a construir en paz y libertad es un gran desafío diario. Saludos amigo.
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