sábado, 11 de mayo de 2013

Orgullo

Tengo el orgullo de ser amada, la alegría de amar y la felicidad de ser respetada por mi compañero de tantos años.
Juntos apostamos a construir una familia, un proyecto y hoy tenemos una hija.
Ninguno de los dos estaba muy convencido de cuál sería el camino que nos depararía la vida juntos pero igualmente nos lanzamos al vacío de la mano.
Podríamos habernos equivocado pero ciertamente nos encontramos en momentos difíciles de nuestras vidas y seguimos decidiendo vivir juntos.
No hay ninguna garantía, es mucho trabajo, cariño, respeto, a veces hay desacuerdos y enojos pero los dos sabemos que sin el otro sería imposible vivir.
La felicidad no es un momento fugaz, sino una construcción que se hace poniendo ladrillo a ladrillo, cimentando con mucha paciencia y tratando de no juzgar apresuradamente.
Gracias por tanto a ambos, mis amores que siempre me acompañan en todas mis locuras. Que por cierto son demasiadas...

2 comentarios:

  1. Hola Valeria, vengo a verte de parte de Juanh, que me sigue en alguno de mis blog, así como yo a él en el suyo.

    Estoy de acuerdo con esto que nos escribes hoy, punto por punto. Conseguir esa complicidad es algo muy difícil, por lo que merece la pena luchar.

    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias Nena Kosta! Aquí estoy tratando de comenzar a armar un espacio en el blog para poder expresar algunas cosas que siento. Me encanta escribir desde pequeña pero quizás nunca tuve el tesón necesario para dedicarme a la escritura. Saludos y ya estoy viendo tus escritos. Valeria

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