También dos veces que me animé y acudí a la fiesta de los estudiantes que se organizaba en una playa cercana a Bahía.
Igualmente lo que más recuerdo es siempre ser un bicho raro, que prefería los recitales a la naturaleza, no me gustaban tanto los parques como la música. Quizás en germen estaba la filósofa reflexionante y la juventud a veces es muy vergonzosa o intimidante.
Llegando a la universidad comenzó la época para combatir tabúes y ahí empezó mi viaje de ida.
Con maravillos@s amig@s que me estimularon para que sea menos estructurada y más genuina, menos torpe y más espontánea.
Como dije: ese fue un camino que nunca abandoné.
Es difícil la adolescencia, para mí sin dudas la época dorada fue más cerca de los veinte. Cuando los miedos y las inseguridades se hicieron a un lado para dejar lugar a la vida gozosa y alegre.