Cuanto quisiera soñar más a menudo. Me gustaría vivir un rato en ese mundo desordenado y bucólico de las películas en blanco y negro que para mí se asemejan a los sueños.
La rutina me aburre, me aplasta, me desanima. Quisiera que me sucedieran alguna que otra cosa extraordinaria como en los cuentos policiales, volverme una detective y resolver algún misterio que permanecía en secreto.
Algunos días quisiera volar y ver la tierra desde cierta altura en que las personas no voladoras no pudieran advertirme.
Pero lamentablemente, me despierto y sigo teniendo los pies demasiado atados a la tierra.
A pesar de la gravedad, de vez en cuando, tengo una reminiscencia en la piel de cierta adrenalina que me dejan mis viajes.