Me encantaría estar a tu lado el día que despiertes. Quisiera que me reconozcas, que me digas un chiste, que te rías fuerte haciendo mucho ruido.
Si así sucede, si te despertás pero no estoy a tu lado no pienses que me olvidé de vos.
Sólo que las circunstancias de esta vida vertiginosa que llevo hicieron imposible que esté al lado tuyo.
El trabajo, el estudio y mi familia no pueden ser abandonados.
Porque aunque tu recuperación sea más importante que el trabajo, por ejemplo, sin él no hubiera podido visitarte cuando estabas descansando.
Pienso mucho en vos. Ojalá lo sepas, ojalá me entiendas.
Pero aunque no lo hagas, te quiero mucho hermano.
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