sábado, 2 de febrero de 2013

Es tan difícil criar una hija?

Hoy nos levantamos como todos los días, más bien como casi todos los días porque nuestra pequeña hija de 20 meses se despertó temprano. Ella desde que nació nos cambió totalmente la vida; teníamos nuestros desayunos tranquilos, charlas matutinas, planeábamos salidas, soñábamos despiertos y juntos. Pero Juana hoy domina toda nuestra vida. 
Nos gustaría que fuera de otra manera pero ella acapara toda nuestra atención.
Nadie nos advirtió que todo quedaría patas para arriba. Creo sinceramente que es a propósito porque me parece que si las personas supieran todo lo que implica tener un hijo: los sacrificios, las noches en vela, los pañales sucios, las discusiones por la forma de crianza, realmente nadie más se reproduciría.
Igualmente creo que de a poco vamos aprendiendo a ser papá y mamá porque vamos entendiendo en qué consiste esta tarea. 
Criarla implica, en primera instancia, hacer el ego a un lado y dejar que el centro del universo sea esa pequeña criatura. Después, lo más difícil para mí, es ponerle límites a sus acciones para que no sean peligrosas. 
Luego de haber tenido una niñez muy reprimida por reglas, autoritarismo y gritos incesantes me propuse que no quería eso para nuestra hija. A mí me costó muchísimos años tener autoestima, sentir capaz de hacer todo lo que me proponga, por eso no lo quería para Juana. Y quizás por eso me parece que me fui al otro extremo, ahora no se cómo ordenar y reglamentar la vida de la pequeñita que hemos ayudado a formar. Hace literalmente lo que se le ocurre, justo cuando ella quiere; ni bien intentamos ponerle un alto a sus travesuras comienza a llorar a los gritos y muchas veces tenemos la viva imagen de querer golpearnos la cabeza (mi marido y yo) contra la pared para no tener que escucharla más. 
Calculo que a muchos padres y madres les ha pasado pero les aseguro que para mí con una vez alcanza y sobra. Sinceramente, a pesar de no ser ni adolescente ni una veinteañera (ya estoy llegando a los 35), creo que no estaba preparada psicológicamente para ser madre. La adoro a Juana pero hay momentos en que quiero salir corriendo, tomarme el primer colectivo que pase e irme sin rumbo hasta algún lugar donde sólo haya silencio.
Mi esperanza es que ella crezca pronto y se vuelva una persona independiente, pero falta mucho para eso. Mientras tanto habrá que seguir viviendo esta aventura y el tremendo desafío que implica ser madre.

8 comentarios:

  1. Ya crecerá Juana, retomaremos nuestros sueños, y ésto será un recuerdo hermoso. El tema es cómo lograr sobrevivir a ella...
    Besos!
    PD: Volverán los hermosos viajes...

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    1. Muchas gracias mi amor!!!!!! Lo más importante es que vos y yo nos amamos más cada día. Juana crecerá y seremos de nuevo unos alegres viajeros, ahora tres felices viajeros. Te amo!!!!

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  2. Hola Valeria, desde mi regreso a Paraná que estoy siguiendo y leyendo tu nuevo espacio. Es muy interesante tomar seria y críticamente las cuestiones de género, las que lamentablemente están demasiado mediatizadas y eso siempre es un factor de erosión.
    Respecto de la presencia de un espacio libre de expresión, yo hace años que tengo los míos ya que creo indispensable la escritura como soporte y escenario de la filosofía y suplo mis escasas horas de pasillo en la universidad con comentarios (incluso contradictorios entre si) pero ciertamente propios. Te deseo el mejor de los caminos en tus estudios de posgrado.
    Nos comentamos pronto ¡!

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    1. Claro que nos leemos y nos vemos pronto. Este año quiero terminar de cursar y rendir las materias de la licenciatura, así me queda la tesis para 2014. Estoy muy contenta de haber cursado Metodología el año pasado, me volvió al lugar de estudiante que me encanta. Saludos Valentín

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  3. Te dejo la dirección de este experimento anterior a facebook (no quiero decir visionario) pero casi: es como un poco mas caótico en apariencia, pero si se observa es estrictamente igual que lengua-libre. Un abrazo ¡! --- http://disrupciones.blogspot.com.ar/

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    1. Todavía no pude revisar el blog disrupciones pero prontito te voy a hacer mis comentarios. Está bueno retomar mi primer amor que fue la escritura. Creo que escribo desde los 6 o 7 años. No tengo guardado todo pero siempre me ha gustado relacionarme y expresarme por medio de la escritura. También amo los debates orales, creo que son fundamentales para comenzar a forjar el propio pensamiento. Saludos!

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  4. Valeria, lo que ponés aquí es casi un calco de lo que nos ha ocurrido con Isabella. Literalmente quisimos matarnos; no podíamos hacer ningún plan (ni comer, ni dormir, ni mirar un programa de televisión, ni conversar, mucho menos estudiar); nos convertimos en proveedores de comida, cuidados y diversión por 24 horas todos los días del año, dejando de lado proyectos, tiempo, amigos, reuniones. La tuvimos de grandes (Irma tenía 36 y yo 34), y siempre tuvimos y seguimos teniendo la sensación (que vos también tenés) de que no estamos preparados para eso. Supongo que, aunque sea un consuelo de tontos, es algo que nos ha pasado a la mayoría. Tené por seguro de que, cuando querés estrangular a tu hija (o a Juan, porque la relación de pareja también se resiente), eso mismo le ha pasado a la mayoría de los conocidos que tienen hijos. Ahora Isabella tiene cuatro años, y las cosas son mucho más manejables: aunque casi no para de hablar y de demandar juegos, al menos entiende que hay un tiempo para cada cosa y puede reflexionar sobre lo que hace y lo que quiere. Los hijos parecen fuerzas de la naturaleza (como un río, o una inundación), y no se puede hacer nada con esas fuerzas, excepto encauzarlos moderadamente tratando de no perder la vida ni la cabeza en ello. Y sí, para algunos de nosotros (quizás para todos), criar una hija es la tarea más difícil del mundo. Pero vale la pena.

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    1. Gracias por tus palabras!!!!! Son un gran consuelo. Obvio que vale la pena cuidarla y mimarla, lo difícil es ponerle límites. Nosotros sabemos que es un gran desafío pero somos personas valientes y lo tomamos!

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