Recuerdo cuando hicimos esa prueba que nos dijo que estaba embarazada de vos, las lágrimas, la emoción. El beso que nos dimos con tu papá.
Los primeros meses soñando con vos, serías Manuel o Juana...
La ecografía confirmando que venías y eras una niña. Los cuidados, las palabras, los mimos, tanto te esperamos...
El día que naciste no pude creer lo hermosa y apabullante que eras. Tu llanto al nacer fue un gran estruendo, anunciando cómo serías más adelante.
Aprendimos juntas a cuidarnos, a amarnos, a llorar, a sonreír.
Una no se imagina lo importante que son los hijos hasta que tiene uno. Vos, mi Juana, significás un gran cambio en mi vida.
Todas las batallas y todas las discusiones que di durante mi vida me ayudaron a construirme como mujer, pero vos con tu constante desafío lograste que me convierta en tu mamá.
Gracias Juana, gracias por tomarme la mano y darme besos cuando estoy triste, gracias por llorar cuando lo necesitás, gracias por jugar, reír, bailar, actuar como nadie antes lo había hecho...
Te amo hija!
Tu mamá.
Hermoso, una gran emoción ser parte de ésto.
ResponderEliminar¡Gracias!